DiosSalvaje

GESTOS PARA LA MEMORIA COMÚN

El Diego fue un clásico ejemplo de aquellas existencias humanas cuyas acciones éticas, estéticas y políticas habitan los contornos jugando con los límites y gambeteando el exceso para no solo burlar, sino desandar las normas. Esto no lo hemos visto solamente en las jugadas que supieron demostrar su genio a través del espectáculo de aquel cuerpo que pudo crear espacialidades nunca antes habitadas en una cancha, sino también en cada picardía al margen del reglamento internacional de fútbol cuya transgresión consagró su virtuosismo indisciplinado en una bandera: la bandera del pibe villero que nunca negoció ese habitar de los des-bordes. Irónicamente, la muerte no pudo escapar a lo que fue su vida y su velorio no hizo más que trazar la continuación de su propia maestría, esta vez materializada en el cuerpo de un pueblo que se desarmó en un mar de lágrimas, sudor y gas pimienta. Un ritual que marcó un nuevo comienzo a partir de una muerte tan inabarcable como la vida que la antecede, como cada uno de los gestos de la fiesta común y de la alegría o tristeza que esta vida evoca. Su popularidad religiosa como el dolor causado tras su partida en las clases vulneradas, sólo puede ser comparada con figuras como Eva Perón o Néstor Kirchner: mitos de barro que subieron a los cielos y que hicieron de si un monumento a la felicidad para los oprimidos. Su mística y las reacciones a partir del 25 de noviembre del 2020, fueron la punta de lanza para la creación de este proyecto/obra.

En “Un Dios Salvaje” reunimos fotografías de los distintos velorios públicos y privados, rituales y despedidas, altares y homenajes que se realizaron en muchos barrios, clubes y ciudades de la República Argentina, a partir del fallecimiento del Diego. Recopilamos las fotografías de este acontecimiento histórico, mediante una convocatoria abierta: sabiendo que son de un inmenso valor simbólico, político y cultural; y por ello ameritaban su inmediata puesta en valor, como gesto para la memoria de nuestra comunidad. Estas fotografías, pertenecientes a más de 100 autorxs, fueron seleccionadas por un jurado compuesto por RES, Mariana Eliano, Eduardo Longoni, Victoria Gesualdi, Julio Pantoja y Juan Travnik. Otro objetivo de la selección fotográfica realizada fué la donación a la Fototeca de ARGRA, quiénes organizan, sistematizan, preservan y ponen en consulta pública documentos fotográficos que registran importantes acontecimientos de la historia política, social y cultural de nuestro país.

También reunimos textos bajo la forma del ensayo o de impresiones literarias que surgieron de las plumas de algunos ensayistas de la escritura nacional: Horacio González, Ariel Pennisi, Alejandra González, Adrián Cangi, Gabriela Cabezón Cámara, Facundo Martínez, Diego Valeriano, Cora Gamarnik, Gustavo Varela, Mauro Greco y María Pía López son sus autorxs. Escritos por la misma necesidad ardiente e imperiosa de testimoniar el acontecimiento que tuvieron los ojos de los fotógrafos al mirar, algunos incluso fueron pensados exclusivamente para este libro/obra. En ambos casos fueron integrados en un diálogo entre lo visible y lo decible, sabiendo que al igual que las fotos, documentan y ensayan acerca de un fenómeno incontenible.

Este espacio virtual se encuentra en proceso de diseño y edición, en el futuro se podrá acceder aquí a toda la serie fotográfica, los textos, y a las obras plásticas de los prestigiosos artistas que realizáron donaciones para enriquecer la colección: Gabriel Glaiman, Miguel Harte, Pablo Bernasconi, Jose Landoni, Tomas Espina y Eduardo Longoni. Estamos muy agradecidos con todas las personas, autores e instituciones que brindan continuamente su apoyo y tiempo de manera desinteresada para desarrollo de “Un Dios Salvaje. Gestos para la Memoria Común”. Este proyecto acerca de la memoria reciente viva de lxs argentinxs, fue declarado de Interés Cultural por el Ministerio de Cultura de la Nación

Con el apoyo de:

Todos los derechos reservados ©️UnDiosSalvaje (Ley 11.723) / Desarrollado por Cooperativa Digital Abierta / Gisela Here